El viñedo


Viñedo orgánico, biodinámico, clave perfecta, para la interpretación de los territorios de origen.

Albariño, Treixadura y otras...
















 Entregarse al trabajo con dedicación y pasión, la forma de trabajar influye en la calidad de los alimentos y en su nivel de vitalidad; el estado de ánimo del vendimiador se transmite al vino.
Con la emoción y el pensamiento se comunica a la viña el buen humor, sin caer en la tentación de decirle que esperas de ella las mejores uvas. Cuando abrimos una botella producida en biodinámica, sus vibraciones y el hecho de que el vino esté vivo, emanan emoción, el vino evoluciona, cambia...






El JARDÍN DE BACO

Un corredor Biológico es, según definición, un pasaje continuo entre paisajes, destinados a mitigar las consecuencias de los monocultivos.  En la agricultura orgánica estos se utilizan para aumentar la biodiversidad dentro de los campos y favorecer la proliferación de enemigos naturales de las diversas plagas que puedan afectar a nuestros cultivos, además de mejorar la fertilidad de los suelos y evitar o contrarrestar la erosión.






Se usan plantas propias de la zona, que atraerán a nuevas especies recolonizadoras; proporcionándoles de esta manera comida alternativa y refugio a muchos depredadores de insectos, flora silvestre, aves y otras.




Se siembran plantas aromáticas nativas, flores olorosas y ricas en polen. Esta amplia variedad, tiene efectos benéficos para la viticultura, ya sea por dar refugio y alimento permanente a distintas especies claves en el agroecosistema, independiente de la estación del año, con lo cual se brinda una floración continua, néctar y polen, presas/hospederos...



Incrementamos la diversidad vegetal dentro y alrededor para la alimentación de artrópodos funcionales, es decir, controladores biológicos o enemigos naturales de plagas. 

Pondremos  piedras y agua, etc. para aumentar la calidad de vida de los habitantes del corredor.



Así, los nexos tróficos aumentan y se desarrollan promoviendo la estabilidad de las poblaciones de insectos.





Muchos estudios han demostrado movimientos de artrópodos benéficos desde los márgenes al campo, y se ha observado un mayor control biológico en las hileras de cultivos cerca de las márgenes, que en el centro de los campos (Altieri, l994).


 













En muchos casos, las malezas y otro tipo de 

vegetación alrededor de los campos albergan presas/hospederos para los enemigos naturales, proporcionando así recursos estacionales y cubriendo las brechas en los ciclos de vida de los insectos entomófagos y de las plagas (Altieri y Whitcomb, l979). 








Un ejemplo clásico es el de la avispita parasitoide de huevos Anagrus epos, cuya eficacia en regular las poblaciones del cicadelido de la vid se incrementa de manera importante en viñedos rodeados por mora silvestre. 




Esta planta alberga poblaciones de un cicadélido alternativo (Dikrella cruentata), que en el invierno se reproduce en sus hojas. Estudios recientes demuestran que los huertos de ciruelo adyacentes a viñedos, proveen de refugio invernal a Anagrus y por lo tanto, estos viñedos cercanos se benefician por el parasitismo temprano que ejerce la avispita que encuentra alimento y refugio en los ciruelos circundantes.


En menos palabras: es una carretera vegetal por donde circulan multitud de bichos que me ayudan en la viña ¡y claro, al personal hay que darle comida y cama!




                  y agua .







Viñedos biodinámicos

 Sabariz, 
San Amaro, Galicia
España